Descripción

Conocer a la Tierra como a nuestra casa

El planeta Tierra tiene unos 4600 millones de años y los humanos como especie llevamos por aquí 800 mil años. Los últimos 200 años nos sumergimos en la era industrial y lo cambiamos todo. Muchos pensadores llaman a esta era Antropoceno: una nueva era donde el principal factor de cambio en los ciclos de la biósfera no fueron meteoritos, ni glaciaciones, ni la presencia de oxígeno en la atmósfera sino el modo de vida, producción y consumo que sostiene la mayor parte de nuestra especie.

 

Los seres humanos somos agentes de transformación. ¿Qué transformaciones estamos gestando? ¿Le abrimos paso a la vida en el planeta o luchamos contra ella para dominarla?

 

La mayoría de las personas no conocemos a nuestro planeta: casi nadie nos enseña sobre la Tierra y cómo es que la vida es posible. La propuesta de estos días de retiro es presentarnos ante la Tierra y bucear en sus ciclos, procesos, habitantes y entender un poco de cómo funciona su delicado equilibrio.

 

La hipótesis Gaia fue formulada en 1970 por James Lovelock, con gran apoyo de la bióloga Lynn Margulis. Propone reconocer a la Tierra como una “Tierra viviente”, un gran organismo vivo que se autorregula y tiende al equilibrio. La llamó Gaia en honor a la diosa griega. Gaia propone que la biósfera se comporta como un todo, un único ser, como “la criatura viviente más grande de la Tierra”. Margulis suma la información de que hay millones de microorganismos que modifican la biósfera constantemente. Hoy en día esta hipótesis es ya una teoría aceptada por gran parte de la comunidad científica global.

 

En Escuela Quinta Esencia contamos con el ambiente ideal para aprender y reeducarnos acerca de Gaia y nuestra vida aquí. Entre la huerta agroecológica, una casa sustentable, un Aula Naturaleza bioclimática, el monte de olmos y las agroflorestas, los pájaros y las abejas, y un grupo humano cálido, vamos a volver a hilvanarnos en la trama de la vida, para cambiar las narrativas que nos dicen que no se puede hacer nada e imaginar (y urdir) otros futuros posibles como huéspedes de Gaia.

 

Este es el eje que integra los 3 días de retiro, enmarcado en la propuesta pedagógica de mente, corazón y manos. A través de la mente aprendemos y compartimos palabras y conceptos; con el corazón nos conectamos con aquello que hace sentido y marca un camino; con las manos generamos unidad en contacto con la tierra.